“Las ballenas han transportado culturas humanas a lo largo de la historia iñupiat y de la industrialización occidental, y en cierto sentido me han transportado a mí a lo largo de mi vida. Nos han traído a mí y a mi hijo un nuevo comienzo. Soy mujer, humana y animal. Di a luz a mi hijo en el agua. Hemos cantado a las ballenas. Hemos escuchado su respiración. Este libro es lo que he oído”.
– Doreen Cunningham, Sondeos: Viaje en compañía de las ballenas
Doreen Cunningham, nacida en Gales, es ingeniera medioambiental y ha trabajado en investigación climática para el Natural Environment Research Council. Trabajó como periodista para la BBC durante 20 años, cubriendo temas de naturaleza y medio ambiente.
Su libro, Soundings (2022), fue preseleccionado para el Eccles Centre 2022 y el Hay Festival Writer’s Award.
En el libro, Doreen describe cómo siguió la ruta migratoria de la ballena gris a lo largo de la costa oeste de Estados Unidos continental con su hijo de dos años en 2013.
Las ballenas grises son ballenas barbadas y se alimentan de pequeños crustáceos, como el camarón de cristal. Migran desde Baja California, en el Pacífico occidental mexicano, un total de 20.000 kilómetros hasta Point Hope, en Alaska, y más allá hasta los mares de Chukchi y Bering.
Suelen llegar a Baja California en diciembre para dar a luz a sus crías antes de dirigirse al norte por la costa occidental en primavera.
Cunningham enlaza esta historia con un relato muy personal de su vida y de cómo las ballenas han estado con ella desde una edad temprana: desde las acciones de Greenpeace en las que vio las imágenes de las ballenas, hasta el nacimiento en el agua de su hijo y cómo pidió ayuda a las ballenas cuando surgieron complicaciones.
Relata las dificultades de su juventud, creciendo con una madre depresiva y encontrando después el amor pero también hombres difíciles, entre ellos el padre de su hijo, que al principio no quería al niño y luego la arrastró a los tribunales de familia.
Aunque Cunningham consiguió la custodia de su hijo, fue a costa de todos sus ahorros.
El libro ilustra una vez más lo difícil que es la vida para una joven madre soltera y lo mucho que se depende de los amigos y la familia, algo que Cunningham subraya repetidamente con gratitud al relatar los amigos que les ayudaron a ella y a su hijo a viajar o les dieron un lugar donde vivir cuando no tenían ninguno.
En este punto, a Cunningham le gusta establecer comparaciones con las madres de ballenas grises, sus crías y el difícil viaje al que se enfrentan habitualmente.
Una beca de investigación de la BBC le permitió estudiar el cambio climático en Alaska y Canadá antes del nacimiento de su hijo, y acabó uniéndose a los iñupiat en Utqiaġvik como parte de los cazadores de subsistencia, la tripulación Kaleak.
Con gran sensibilidad, Cunningham describe las conexiones vitales entre las ballenas (en Utqiaġvik, se trata principalmente de ballenas de Groenlandia, que también son ballenas barbadas y se alimentan principalmente de copépodos) y los cazadores de Alaska, y cómo incluso ella, vegetariana, se pasó a la carne de ballena durante su estancia.
Habla de la profunda conexión que la gente tiene con todos los seres vivos y de cómo sus leyendas e historias están ligadas a ellos.
Cunningham también utiliza el libro para llamar la atención sobre la historia del cambio climático y destacar las penurias de las Primeras Naciones de Alaska y su historia con los inmigrantes europeos.
En su conmovedor libro, Doreen Cunningham nos acerca a las ballenas y a sus cantos. Comparte lo que ha oído y experimentado, y la profunda conexión que existe para muchas personas de todo el mundo con estas criaturas únicas.
¿Por qué hemos decidido incluir este libro en nuestro blog WeWhale?
Bueno, Doreen Cunningham no sólo aborda las cuestiones más críticas del cambio climático, que también queremos abordar, sino que también hace un caso muy fuerte de la contaminación acústica del océano y lo que significa para las ballenas y los delfines.
WeWhale se dedica a resolver precisamente este problema ofreciendo viajes tranquilos, sin emisiones y respetuosos para ver a los mamíferos marinos.
De este modo, nos aseguramos de que los padres puedan seguir llevando a sus hijos a descubrir estas criaturas únicas sin remordimientos de conciencia ni estrés indebido para los animales.
Nuestro sueño es equipar con nuestra tecnología el mayor número posible de lugares de avistamiento de ballenas, para que quizá algún día podamos acompañar a las ballenas grises en su viaje por la costa oeste americana.